El Área Metropolitana de Barcelona (AMB) está preparada para revolucionar su enfoque hacia la energía sostenible con un plan que prevé multiplicar por seis la capacidad de energía fotovoltaica en instalaciones y espacios públicos en los próximos 18 meses. Este plan llevará a la creación de 146 nuevas instalaciones fotovoltaicas, marcando un paso significativo hacia el objetivo de hacer la ciudad más verde y sostenible.
Con una potencia total de 10,5 Mwp, estas instalaciones representarán el 4,1% del consumo energético de todos los servicios municipales, demostrando el compromiso del AMB en la persecución de estrategias de energía renovable.
El proyecto incluye dos tipos principales de instalaciones: cubiertas fotovoltaicas en edificios públicos para suministrar energía directamente a los consumos de los mismos edificios, y fotolineras, es decir, puntos de recarga para vehículos eléctricos alimentados por energía solar. Estas iniciativas serán financiadas a través del Plan de Sostenibilidad Ambiental (PSA), fondos europeos y acuerdos de colaboración público-privada ESCO, que permiten realizar estos proyectos a costo cero para los municipios.
Con la adhesión de 11 municipios metropolitanos, que representan una población total de 328.398 habitantes, este plan no solo aumentará significativamente la capacidad fotovoltaica de la región sino que también proporcionará un modelo sostenible de gestión energética que otros municipios podrán seguir.
Janet Sanz, vicepresidenta de Acción Climática y Agenda Estratégica Metropolitana, ha destacado la importancia de este esfuerzo para el futuro del territorio, enfatizando el deseo de garantizar un ambiente habitable y digno para las generaciones futuras. Guille López, director general del sector, ha resaltado el enfoque innovador del proyecto, que gracias a la colaboración con el sector privado, acelera la transición energética de la metrópoli sin imponer costos adicionales a los municipios.