El Gobierno ha incluido por primera vez las baterías aplicadas al autoconsumo dentro del tratamiento económico general de esta modalidad energética, en el marco del proyecto de real decreto de fomento del autoconsumo, que se encuentra en audiencia pública hasta el 24 de octubre. Esta medida permitirá configurar cualquier modalidad de autoconsumo prevista en el Real Decreto 244/2019 con sistemas de almacenamiento asociados, tratándolos a todos los efectos como una instalación de generación renovable.
Según el texto, los sistemas de almacenamiento pasarán a denominarse modalidades de autoconsumo con almacenamiento distribuido, y estarán sujetos al mismo régimen de acceso, conexión, medida, gestión y compensación simplificada que las instalaciones fotovoltaicas. De este modo, el Ejecutivo busca facilitar la integración del almacenamiento energético y eliminar las barreras administrativas que dificultaban su desarrollo, reforzando el papel de las baterías como pieza clave para la estabilidad del sistema eléctrico.
Además, el proyecto recoge que el operador del sistema elaborará un panel específico de autoconsumidores para disponer de información en tiempo real sobre los flujos de energía, lo que permitirá gestionar de forma más eficiente los escenarios de alta penetración del autoconsumo. También se prevé la actualización de los registros administrativos de las comunidades autónomas en un plazo máximo de seis meses, para coordinar la inscripción de las instalaciones en los registros de autoconsumo y de producción.
El real decreto forma parte de la estrategia del Gobierno para alcanzar los 19 GW de autoconsumo previstos en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (Pniec) 2023-2030. Según datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, el autoconsumo se ha multiplicado por 17 desde 2018, alcanzando los 8.256 MW instalados a finales de 2024.
Entre las novedades regulatorias también destaca la creación de la figura del gestor del autoconsumo, que representará a los consumidores asociados y facilitará la gestión y el buen funcionamiento de las comunidades energéticas. Asimismo, se amplía la distancia máxima entre generación y consumo de 2 a 5 kilómetros, y se introducen nuevas modalidades colectivas, como la de excedentes compartidos o la conexión simultánea a dos autoconsumos.
Con esta revisión normativa, el Gobierno busca consolidar el crecimiento del autoconsumo en España, integrando el almacenamiento como un elemento esencial para avanzar hacia un modelo energético más flexible, sostenible y participativo.